Pregunta: “�Qu� es el pacto ed�nico?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� es el pacto ed�nico?” Respuesta: El Pacto Ed�nico es el pacto que Dios hizo con Ad�n en el Jard�n del Ed�n. Este pacto tambi�n se llama a veces el “Pacto de las Obras” y es el primer pacto que Dios hizo directamente con el hombre. En las Escrituras vemos dos tipos diferentes…

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Pregunta: “�Qu� es el pacto ed�nico?”

Respuesta:
El Pacto Ed�nico es el pacto que Dios hizo con Ad�n en el Jard�n del Ed�n. Este pacto tambi�n se llama a veces el “Pacto de las Obras” y es el primer pacto que Dios hizo directamente con el hombre.

En las Escrituras vemos dos tipos diferentes de pactos que Dios hace con la gente. Algunos son pactos incondicionales, que Dios mantendr� independientemente de las acciones humanas. Otros son condicionales en el sentido de que el pueblo debe obedecer los t�rminos del pacto para recibir las promesas relacionadas con �l. El Pacto Ed�nico es un ejemplo de un pacto condicional porque Ad�n tuvo que obedecer los t�rminos del pacto para no sufrir las consecuencias de romperlo.

El Pacto Ed�nico, o Pacto de las Obras, se puede encontrar en los cap�tulos iniciales del G�nesis donde Dios hace algunas promesas condicionales a Ad�n. El Pacto Ed�nico no se llama expl�citamente un pacto en G�nesis, sin embargo, m�s adelante se le llama un pacto en Oseas 6:7, “Mas ellos, cual Ad�n, traspasaron el pacto; all� prevaricaron contra m�”.

Mientras que algunos te�logos enumerar�n hasta seis obligaciones diferentes que Ad�n deb�a cumplir, el coraz�n del Pacto Ed�n es en realidad el mandato de Dios a Ad�n de no comer del “�rbol del conocimiento del bien y del mal” (G�nesis 2:16-17). Ese mandamiento establece la promesa de Dios, as� como el castigo si Ad�n desobedece.

En el Pacto Ed�nico, Dios promete a Ad�n la vida y la bendici�n, pero esa promesa est� condicionada a la obediencia de Ad�n al mandamiento de Dios de no comer del fruto del �rbol del conocimiento del bien y del mal (G�nesis 2:16-17). El castigo de Ad�n por la desobediencia ser�a la muerte f�sica y espiritual, as� como una maldici�n sobre la tierra, de modo que Ad�n tendr�a que trabajar m�s duro para obtener cosechas. Uno de los resultados del pecado de Ad�n fue que tendr�a que trabajar todos sus d�as hasta su muerte (G�nesis 4:17-19).

Este pacto juega un papel importante en el desarrollo del plan de redenci�n de Dios, ya que muestra la incapacidad de los humanos para mantener una relaci�n correcta con Dios incluso cuando est�n en el para�so terrenal que Dios cre� para ellos.

El pecado de Ad�n rompi� este pacto condicional con Dios y dej� a la humanidad en un estado de ca�da, sin embargo, Dios pronto har�a un segundo e incondicional pacto de redenci�n con Ad�n y Eva (G�nesis 3:14-24). Al igual que el Pacto Ed�nico, �ste no se menciona expl�citamente como un pacto en G�nesis, pero es una promesa significativa que Dios hace a la humanidad. Es la primera promesa de redenci�n y la primera promesa de la venida de Cristo (G�nesis 3:15). Aqu�, a s�lo tres cap�tulos de este notable libro, Dios ya nos da la esperanza de un Redentor. A G�nesis 3:15 se le llama a veces el Protoevangelio, el primer anuncio del evangelio en las Escrituras. La promesa de Dios para Eva de que la simiente de la serpiente herir�a el tal�n de la simiente de Eva y la simiente de Eva herir�a la cabeza de la simiente de la serpiente, es la profec�a de que Satan�s herir�a a Cristo en la cruz, pero que Cristo triunfar�a sobre Satan�s en esa misma cruz.

Tanto el Pacto Ed�nico como el Pacto de Redenci�n que sigue son significativos por varias razones. En primer lugar, establecen un patr�n que se repite a lo largo de las Escrituras: 1) el hombre peca, 2) Dios juzga el pecado, y 3) Dios otorga gracia y misericordia proveyendo una forma de redimir al hombre y restaurar la relaci�n del hombre con Dios. En segundo lugar, los pactos nos muestran que el pecado siempre tiene consecuencias. Entender los diferentes pactos del Antiguo Testamento y su relaci�n entre s�, es importante para comprender la relaci�n de pacto de Dios con Su pueblo elegido, as� como Su plan de redenci�n revelado en las Escrituras.

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